El esperado duelo de los cuartos de final de la Champions League entre el FC Barcelona y el Bayern de Múnich cumplió las expectativas desde el pitido inicial, ya que, a diferencia del resto de partidos de esta ‘final a 8’ vistos hasta ahora, registró dos goles y un poste en los primeros diez minutos. Además, el equipo alemán supo aprovechar los errores de un Barça muy desacertado y encarriló el partido en la primera media hora de juego.
El Bayern no solo entró mejor al partido, pues aprovechó su presión y la ‘empanada’ de los jugadores del Barça para dominar los primeros instantes del encuentro. Las sensaciones -positivas en un equipo y negativas en el otro- se confirmaron a los tres minutos de juego, cuando Müller culminó una gran jugada de equipo para abrir el marcador de duro disparo, tras una brillante combinación con Lewandowski en la frontal.
Los jugadores de Quique Setién trataron de reaccionar, aunque seguían mostrándose imprecisos en el pase y cometiendo numerosas pérdidas ante un rival más enchufado e incisivo en ataque.
No obstante, los culés tuvieron la fortuna de encontrarse con un error del defensa del Bayern David Alaba, quien les echó un cable al marcar en su portería cuando intentaba despejar un centro de Jordi Alba.
Este tanto despertó al Barcelona, que aumentó su presencia en el choque e incluso pudo lograr el 2-1 antes de llegar al minuto 10 gracias a Messi. El argentino envió un centro envenenado que nadie remató y se topó con el palo de Neuer.
No obstante, solo fue un espejismo, ya que del posible 2-1 para el Barça se llegó al 1-2 para el Bayern, tras un tanto de Perisic, que aprovechó un error garrafal de Semedo y Sergi Roberto para batir a Ter Stegen de tiro cruzado tras recibir el balón de Gnabry.
Lejos de bajar el ritmo, los alemanes lo aumentaron y ampliaron su ventaja a los 27 minutos, gracias a un impecable pase picado de Goretzka que mostró las vergüenzas de la defensa azulgrana y permitió a Gnabry entrar en el área como puñal para hacer el 1-3.
Ter Stegen evitó el 1-4 solo un minuto después, aunque el cuarto tanto alemán no tardó en llegar, de nuevo, por un error de la defensa del Barcelona. Esta vez fue Semedo quien se durmió y permitió que Lewandowski le robara la cartera mientras protegía el esférico para forzar el saque de puerta. Fue entonces cuando Kimmich centró para que Müller se apuntara su doblete y pusiera el partido aún más cuesta arriba para los de Setién, que se retiraron visiblemente afectados al descanso.
Otro espejismo
El técnico del Barça tiró del banquillo y sacó a Griezmann para la segunda mitad, aunque las sensaciones seguían siendo las mismas: el Bayern llegaba con facilidad al área de Ter Stegen, mientras que los culés apenas inquietaban a Neuer.
Ni siquiera el 2-4 marcado por Luis Suárez, tras una jugada iniciada con un pase en profundidad de Messi, animó a los seguidores blaugranas, ya que el Bayern volvió a golpear gracias a un jugadón de Alphonso Davies, quien dejó en evidencia una vez más a la defensa barcelonista.
El lateral zurdo ridiculizó a Semedo y puso la directa hacia el área azulgrana. Avanzó hacia la portería pegado a la línea de cal y aguantó hasta que vio la llegada de Kimmich, a quien cedió el balón para que marcara el 2-5.
La cosa no quedó en la ‘manita’. El Bayern hurgó en la herida con tres goles más en los últimos minutos que retrataron a la defensa del Barcelona. Lewandowski no podía faltar a su cita con el gol en una noche como esta y ante un rival tan frágil como el que fue el Barça y apareció en el minuto 82 para poner el 2-6.
Eso sí, el colmo de los males del Barcelona llegó con la entrada de Coutinho, cedido por el Barça en el Bayern, ya que el brasileño tuvo tiempo de firmar un doblete con el que se consumó la histórica derrota del Barcelona.
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