Un Clásico tan tempranero podría haber dado lugar a un encuentro con poco en juego. Sin embargo, las circunstancias han hecho que sea un partido crítico para ambos equipos, y tanto FC Barcelona como Real Madrid se juegan mucho. Una derrota de cualquiera de ambos puede encender los rescoldos de la crisis, ya que ni uno ni otro viven la paz deseada.
Un Clásico sin público
El ambiente será notablemente distinto al último Clásico liguero disputado en el Camp Nou. En diciembre de 2019 se vivió un duelo marcado por las protestas independentistas, en una Barcelona sitiada para evitar incidentes.
La pandemia ha dejado a la afición fuera, con lo que los blaugrana no contarán con el aliento de los suyos… ni con la presión. El Real Madrid no vivirá, por primera vez en muchos años, lo que es sentir el sonido de los pitos en sus oídos.
Onces iniciales: ¿apuesta por la juventud?
Pocos entrenadores se atreverían a arriesgar en la alineación en un duelo como el Clásico, pero visto cómo llegan unos y otros, no sería en absoluto descartable.
Koeman ya tiene la ausencia de su portero titular, Ter Stegen, por lesión, lo que le obliga a poner a Neto. Visto el rendimiento de Ansu Fati y Pedri en la Champions (contra el Ferencvaros, que no es el Milan de Sacchi ni la Brasil del 70), quizá se atreva a contar con ellos de inicio. Además, la eterna duda de Griezmann también coloca otra incógnita ahí.
En el lado de Zinedine Zidane, el regreso de Sergio Ramos le garantiza un puesto en el once, algo que ni mucho menos tiene su compañero en la zaga Marcelo. El brasileño va dejando notas de un declive evidente, y Mendy gana enteros. En el último Clásico, Vinícius revolucionó el partido. ¿Saldrá de la partida? ¿Se la jugará con Jovic? ¿Y Rodrygo?
Debut de Koeman vs. experiencia de Zidane
Para Ronald Koeman no sera su primer duelo contra el Real Madrid, ni como jugador ni como entrenador, pero sí lo será en el banquillo del Barcelona. El neerlandés afirmaba estar motivado y expectante ante el reto, pero del resultado de este encuentro puede salir muy fortalecido o muy debilitado.
Enfrente tendrá a un Zinedine Zidane que ya tiene callo de jugar Clásicos, tanto en el césped como en la banda. El balance es más que positivo: invicto en el Camp Nou (dos victorias y tres empates), y cuatro victorias, tres empates y dos derrotas en total.
Messi, Piqué… el descontento social del Barcelona
El duelo contra el máximo rival llega tras unos meses muy convulsos en el seno social del barcelonismo. Leo Messi se quedó a regañadientes y aunque parece haber recuperado su estado habitual, ya no sonríe, sino que ejecuta su labor con una costumbre funcionarial.
La entrevista a Gerard Piqué, publicada sólo un día antes, ha dejado entrever lo que ya se intuía entre las sombras: el vestuario no está, ni mucho menos, calmado con su directiva. Bartomeu está cada vez más señalado y la moción de censura, a poco más de una semana.
Enfermería o puerta grande
Ni Madrid ni Barcelona llegan en un momento cómodo. Lejos, parece, quedan los años en los que ambos llegaban con la vitola de imbatibilidad, y ahora parecen ‘humanos’.
Una derrota, y sobre todo la manera en la que se produzca, puede dejar muy tocado el proyecto de cualquiera de los dos. Los tambores de destitución se escuchan a lo lejos en torno a Zidane, aunque él mismo admite que esa situación ya la ha vivido muchas veces en el pasado.