Precaución. Aunque esa es la palabra que más dicen los expertos, es muy difícil aplacar las ganas de que vuelva la normalidad al mundo del fútbol. Las competiciones buscan la forma de acortar plazos, de conseguir que La Liga, en el caso de España, regrese cuanto antes. Ya son más de dos meses sin que un balón ruede por un campo del país y las pérdidas económicas aprietan.
Todo parece que serán esos 45 minutos que aún se tienen que jugar en Vallecas entre el Rayo y el Albacete la prueba en el país para el regreso del fútbol. La fecha del 12 de junio es la que Javier Tebas tiene marcada en rojo. Es la que él quiere. Incluso espera que este partido se jugara antes, quizá esa misma semana, para que vuelva la normalidad en el fútbol español.
Los clubes están inmersos en su segunda semana de entrenamientos y parece lejana aún esa fecha. A un mes vista los clubes estarían ya compitiendo cada tres días, una cuestión que también preocupa mucho por lo que supondrán cinco semanas sin parar. Once jornadas por delante, con cinco cambios y plantillas amplias de más de 25 jugadores parecen asegurar que se pueda desarrollar esta vuelta sin inconvenientes.
Pero las sensaciones desde los clubes no son las mismas. Todos coinciden en que los futbolistas se han cuidado y están en condiciones, pero no pueden poner la mano en el fuego porque lo hagan con todas las seguridades. El más optimista fue el preparador físico del Betis, Marcos Álvarez, que decía a finales de abril que sus pupilos estaban listos para empezar en una semana. Todo ello en un marco en el que varios jugadores se han perdido entrenamientos por el Covid-19. La razón que daba era que «todos estamos en las mismas condiciones», pero no que esas condiciones fueran las mejores.
El ejemplo de la Bundesliga
No es una cuestión de trasladar negativismo. Puede que los jugadores estén físicamente disponibles para ese 12 de junio, aunque Gerard Piqué le pidiera a Javier Tebas que fuera algo más tarde por esta cuestión. La duda está en si podrán aguantar ese ritmo tan exigente como el que se espera con partidos tan seguidos. Y esas sensaciones se empiezan a trasladar a la realidad con el ejemplo de la competición que ya ha vuelto.
El regreso de la Bundesliga fue una gran noticia para el fútbol en general. Todas las ligas están pendientes de lo que sucede en Alemania y todo transcurrió con normalidad, excepto en el aspecto físico. Hasta doce lesionados ha dejado esta primera jornada del nuevo fútbol en el país germano, a los que habría que sumar dos más en la Segunda División.
Aunque la mayoría de los equipos aprovecharon esos cinco cambios que permite el campeonato gracias al cambio de reglamentación por parte de la IFAB, 10 de los 16 equipos que componen la Bundesliga, no se han podido evitar esos problemas musculares que han dejado en el dique seco a estos jugadores de cara a la segunda semana de competición tras el parón por el coronavirus.
Esto es un aviso muy claro de cara a La Liga. Puede tratarse de una excepción y la evolución de estos problemas llegará con el paso de las jornadas. La culpa de estos problemas viene de eso que todos los jugadores y profesionales de la materia denominan ritmo de competición. Los protagonistas de los equipos han realizado actividad física, pero no han hecho ejercicio en este tiempo. La diferencia está en la intensidad de una cuestión y de la otra.
El ritmo de competición
Durante la temporada hay jornadas con ocho o nueve lesionados. No deja de ser una cuestión que atañe a la fortuna. El problema viene de que la mayoría de esas doce lesiones se produjeron sin interferencia de un rival, o sea, que el músculo en cuestión dijo basta. Todo esto está relacionado con los 18 problemas musculares entre jugadores de Primera y Segunda que han ido sucediendo durante el proceso de entrenamientos para propiciar el retorno de la competición en Alemania.
Alex Pérez, uno de los involucrados en ese regreso de la Bundesliga, comentaba a EL ESPAÑOL la importancia de ese ritmo de competición que habían perdido. Agradecía que la carga de partidos no sea la misma que en España, pero venía a decir que estos problemas de lesiones deberían ir desapareciendo con el paso de las jornadas que permitirán la mejora del estado físico de todos los profesionales.
En España, este mismo miércoles David Aganzo, presidente de AFE, ha mostrado su preocupación por este fútbol cada 72 horas. Se ha referido a ese parte de lesiones en Alemania y, aunque admite que no queda más remedio que jugar con ese corto espacio de tiempo, ha recordado que aún no hay fecha de reinicio de la competición y que se discutirá, junto al asunto de esas concentraciones que él sigue considerando «anticonstitucionales», esta semana.
Todo hace indicar que será este fin de semana cuando puede haber noticias sobre la fecha definitiva de retorno de la competición. Antes de ese Sevilla – Real Betis, que parece que será el que abra la Primera División de nuevo, habrá que valorar si el físico de los jugadores no estará tan en riesgo como ha quedado claro en la Bundesliga. El 19 de junio parece la fecha más razonable, pero el 12 es muy tentador para liderar la vuelta a la normalidad en el país desde el fútbol.