Zidane no escondió su enfado tras el empate del Real Madrid ante Osasuna en Pamplona, donde la nieve fue la verdadera protagonista del partido, dificultando enormemente el flujo del juego y que ninguno de los dos equipos pudiera controlar el balón. De hecho, los blancos no remataron a puerta hasta la segunda parte, en un intento de Asensio.
En declaraciones después del 0-0 de El Sadar, Zidane protestó por toda la situación que ha envuelto al encuentro con la borrasca Filomena como protagonista, algo que el francés admitió haber «vivido mal».
«Claramente tenía que haberse suspendido», aseguró Zidane. «Hicimos lo que pudimos hacer, pero no ha sido un partido de fútbol. Las condiciones eran muy complicadas. La sensación que tenemos con todo lo que ha pasado en estos días es mala. No sabemos cuándo vamos a volver, pero tenemos que aguantar y vamos a pensar en el miércoles», añadió, visiblemente molesto.
Zidane incidió en que el partido no reunía las condiciones necesarias para su disputa y que «no era un partido de fútbol». «No son excusas, todo el mundo lo que quiere ver es un partido de fútbol y hoy las condiciones no eran buenas. Es la sensación de todos, el campo no estaba bien. Ni las quejas del avión, ni nada, me refiero al partido de fútbol sobre todo. Hoy no se reunían las condiciones para jugar pero es lo que hay».
«Jugamos porque nos dijeron que teníamos que jugar. He dicho lo que pienso y el resto es pasado. Ahora no sabemos cómo vamos a volver. Hay que recuperarse y pensar en el miércoles», zanjó el técnico del Real Madrid.